Por dónde deambular

sábado, 7 de junio de 2008

EL ÚLTIMO BESO, EL DE LA MUERTE

Puestos en lo peor a uno sólo le queda el recurso de vacilar al ejecutor. Dennis Hopper nos brindó una lección a este respecto cuando le arrojó a la cara un chistecito al hierático Christopher Walken.
Una muestra de que, en muchas ocasiones, un buen guión compensa una palomitera dirección.





Amor a quemarropa (True Romance, Tony Scott, 1993).

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