Realmente, cuando he visto tu entrada de primeras, así con el café recién tomado y sin haberme entrado en el torrente sanguíneo debidamente me he dicho "Esa frase me suena... Pero no era así ¿no?" Claro está, en mi infancia también me empapaba de Pixie y Dixie y el Sr. Jinks buscándolos por todas partes con su acentazo andaluz, con lo cual el subconsciente ha funcionado a su bola... Luego he visto la foto de lejos y he pensado... Richard Dreyfuss no llega a estar tan cerca del tiburón... ¿o sí? Sí, pero era en la jaula, no llevaba jersey... Hasta que por fin la cafeína ha llegado a mis neuronas, les han dado cuerda y he entrado en tu blog... ¡¡Me ha encantado!!
Si es que el título sale solo en cuanto le echas un vistazo al dibujo. Debo confesarte que a mí también me hizo reír cuando la agrandé al encontrarla durante una de esas búsquedas infructuosas de imágenes.
De nada.
Un saludo cinéfilo y buenos días.
P.D.: qué suerte, cafeína. Ahora mismo voy a pedirle un reconstituyente cafeínico a Sacha.
Jajajajajajajajajajajaaaaaa!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Dexter!!
Realmente, cuando he visto tu entrada de primeras, así con el café recién tomado y sin haberme entrado en el torrente sanguíneo debidamente me he dicho "Esa frase me suena... Pero no era así ¿no?" Claro está, en mi infancia también me empapaba de Pixie y Dixie y el Sr. Jinks buscándolos por todas partes con su acentazo andaluz, con lo cual el subconsciente ha funcionado a su bola... Luego he visto la foto de lejos y he pensado... Richard Dreyfuss no llega a estar tan cerca del tiburón... ¿o sí? Sí, pero era en la jaula, no llevaba jersey...
Hasta que por fin la cafeína ha llegado a mis neuronas, les han dado cuerda y he entrado en tu blog... ¡¡Me ha encantado!!
Saludos Dexter, y buenos días!!!
Blas.
ResponderEliminarSi es que el título sale solo en cuanto le echas un vistazo al dibujo. Debo confesarte que a mí también me hizo reír cuando la agrandé al encontrarla durante una de esas búsquedas infructuosas de imágenes.
De nada.
Un saludo cinéfilo y buenos días.
P.D.: qué suerte, cafeína. Ahora mismo voy a pedirle un reconstituyente cafeínico a Sacha.