Esta mañana de sábado, mientras me ocupaba de disfrutar de mi habitual café, sentado en mi no menos habitual mesa, gozando con el soleado día a través del escaparate, pude apreciar la oportunidad de asistir a uno de los muy poco habituales comentarios de Sacha. Nuestro barista es un hombre lacónico, digamos que más inclinado a la acción que a la dicción, y que solo acostumbra a romper su silencio cuando se ve obligado a enfrentarse a la terquedad de la cafetera. Claro que en esos casos la brillantez de su discurso solo sería digno de admiración y estudio para alguien que estuviera redactando una tesis sobre los cien términos más coloristas e intensos de la fraseología popular, modalidad defenestración de santos sin escalera de por medio.
Explicado lo anterior se comprenderá que prestara atención a su comentario, máxime porque a juzgar por su mirada estaba dirigido a quien ésto escribe: "la posición sedente es admirable porque muestra una predisposición latente a encontrarse en potencia de hacer algo".
Como sea que ni por lo más remoto entendí cuál era el sentido final de la frase, si es que siquiera poseía alguno, me dispuse a continuar con mi apacible labor, a saber, la de hojear unos informes que me había entregado el señor Pond para que los examinara. Así fue como me encontré con aquella fotografía, y, de paso, cómo también decidí cuál sería el contenido de esta entrada.
Lo cierto es que ya hace algún tiempo que no incluyo una entrada dedicada a las
persecuciones automovilísticas. Consciente de este involuntario olvido me he propuesto subsanar esta ausencia de forma inmediata.
Así que agárrense a su sillón, relajen piernas y brazos y recuerden que el cambio es manual, no automático.
"La noche de", de la cadena vasca EITB
Y a modo de
propina...
En fin, que uno posee sus aficiones inconfesables.
Off-topic.
Como la presente es la entrada número
600 considero que es la ocasión ideal para tomarme una copita para celebrarlo, una vez recobrada mi sedente tranquilidad habitual.
Un saludo cinéfilo.