El hablar de un western como “Duelo al Sol” supone referirse al artífice último, aquél que desde un principio tuvo la idea, la modeló a imagen de sus deseos y la concluyó contra viento y marea a fuerza de inyectar grandes sumas de dinero, la persona que consideraba al proyecto, sin que a este respecto quepa lugar para discrepar, como una obra plenamente “suya”: David O. “memo” Selznick, productor absoluto y guionista. No por nada la película estaba de hecho producida por su propia compañía: la David O. Selznick Productions.
Hasta tales cotas llevó el “bueno” de Selznick su férreo control sobre el (su) filme que incluso se ocupó de la supervisión personal de la práctica totalidad de las escenas rodadas por el director nominal, un King Vidor en horas bajas tras su tempestiva marcha de la MGM, llegando incluso a ordenar que se repitiera nuevamente buena parte del material ya filmado. Para esa labor el dominante Selznick no dudó en contratar los servicios de directores de la talla de William Dieterle, Josef von Stenberg y William Cameron Menzies. Este último citado ya había trabajado con anterioridad junto a él, más en concreto durante el complicado rodaje de aquella epopeya sobre los tiempos de la Guerra Civil Americana que se llamó “Lo que el viento se llevó”.
Cuando uno observa las imágenes comprende las posibilidades del Technicolor para mostrar toda la voluptuosidad y, a qué negarlo, el extremado erotismo que desprenden muchas de ellas. A ello colaboraron los cinco directores de fotografía que pasaron por el set: Hal Rosson, Lee Garmes, Ray Renahan, Charles P. Boyles y Allen Davey. Entre todos ellos el más destacado, o al menos de quien yo ya tenía algunas noticias, es Harold “Hal” Rosson, el director de fotografía que pasó buena parte de su carrera dentro de la MGM, y que colaboró en películas como “El Mago de Oz”, “La Jungla de Asfalto” o “Cantando bajo la lluvia”. Acerca de su maestría técnica nos proporcionan una idea bastante exacta las palabras de elogio que en cierta ocasión le dedicó el mismísimo Louis B. Mayer: “Si es una película de la Metro Goldwyn Mayer ha de parecer una película de la Metro Goldwyn Mayer”.
Pero volvamos a Selznick. El productor, dispuesto por todos los medios a obtener un Oscar para su esposa, Jennifer Jones, no tuvo reparo alguno en incluirla en el reparto, donde interpretaba a una temperamental Perla Chávez. El profundo erotismo del filme, del todo inusual para aquella época, trajo consigo el que algunos tuvieran la ocurrencia de alterar el título original para conformar un juego de palabras. “Duel in the sun” pasó a ser así “Lust in the dust” (lujuria en la arena) o, incluso, en otras versiones un tanto más procaces, y desde luego repletas de explicitud, “Hump in the sump” (revolcón en el corral). De lo que no cabe duda es que la fogosa Jennifer Jones rezumaba por todos los poros de su bronceada tez una pasión de alto voltaje no apta para cardiacos, mientras se movía provocativa entre los hermanos Jesse y Lewton McCanles (Joseph Cotten y Gregory Peck).
Cotten y Peck en el set
No quiero concluir mis comentarios acerca de este titulo sin antes hacer referencia al espléndido reparto reunido por el productor a golpe literal de talonario. En los papeles principales, además de los ya citados, se podemos asistir a la actuación de Lionel Barrymore, condenado a desplazarse en una silla de ruedas tras haberse roto dos veces la cadera, y Lilian Gish, la mujer que mecía la cuna de la humanidad en “Intolerancia” de David W. Griffith (“la mano que mece la cuna es la mano que domina el mundo”). Entre los secundarios cabría referirse a Walter Huston, a la sazón padre del director John Huston, cuya elección para integrar el reparto de “su película” le supuso a Selznick el necesario desembolso de unos cuarenta mil dólares de la época. Se cuenta que el productor ni siquiera trató de regatear semejante cifra, exigida por el agente del actor como condición para que su representado participara en la producción.
PELÍCULA: "Duelo al Sol" ("Duel in the Sun", King Vidor, 1946). Interpretada por Jennifer Jones, Gregory Peck, Joseph Cotten, Lionel Barrymore, Lilian Gish, Walter Huston, Herbert Marshall y Charles Pickford. Por cierto que la voz en off del narrador en la versión original pertenecía al mismísimo Orson Welles.
6 comentarios:
Pedazo de película y pedazo de post interesantísimo. No conocía la mayoría de los datos. Saludos.
Me gustaría saber quien de todos ellos dirigió el arranque, con el baile de Perla en ese tugurio, encima de la mesa (apostaría por Von Sternberg).
Muy buena reseña.
Saludos!
Atalanta.
Saludos. Espero que además de los datos también el café estuviera bueno.
Un saludo cinéfilo.
Ethan.
Tras leer tu comentario me has dejado con la intriga. Interesante cuestión. Muy interesante.
Un saludo cinéfilo.
Oh, mi Gregory. COn él todo mejora. De pequeña me marcó esa escena final. Sudaba yo nada más que de verlos sudar tanto a ellos.
Elphaba.
Una escena incluida, por cierto, en la cabecera de aquel programa de cine (antes de "Días de cine") cuyo nombre se me ha olvidado... Ejem...
Un saludo cinéfilo.
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