Cuando el señor Pond me preguntó si sabía quién era Annette Warren solo el silencio le respondió. A la vista de mi gesto, que había pasado en cuestión de décimas de segundo de la más absoluta impasibilidad a la impavidez no menos aparente, no se precisaba poseer mucha perspicacia para percatarse de que aquella buena señora resultaba ser una completa desconocida para mí.
El silencio que nos rodeó a ambos, sentados a una mesa ante sendos cafés, fue roto por el súbito carraspeo de Sacha. El bueno del barista (aunque en otros momentos, cosas de la confianza, le calificaba también como "ese ruso loco") se encontraba a mi vera, una presencia que había permanecido inadvertida tanto para mí como para mi interlocutor.
-Permítanme un momento, si no es indiscreción.
Y para mutua sorpresa, tanto del señor Pond como del que suscribe, depositó una fotografía sobre la mesa.
Me considero un buen fisonomista, y me precio de poseer una buena memoria visual, pero ni con esas. Añádase a esto que tampoco conocía a Paul Smith, por lo que, mientras me sumía aún más en mi muy indisimulada circunspección, me limité a escuchar el tema "Fly me to the moon" interpretado por el Paul Smith Trio, melodía que el bueno de Sacha (y van dos veces que le aplico el calificativo) había tenido a bien poner en el equipo estereofónico. Soy un aficionado al jazz, y me encanta Sinatra, así que qué quieren que les diga: también me gustaba el ritmo de aquella versión.
Sin embargo aún aguardaba conocer el motivo de la pregunta inicial de el señor Pond, la que había desencadenado el presente torrente de acontecimientos. No tardaría en surgir la respuesta...
Cual si de un tahur del Mississippi se tratara mi amigo extrajo de la manga no una Derringer, para tranquilidad de mi espíritu y de mi integridad física, aunque la primera se tambaleó durante unos instantes, sino una fotografía.
A esa mujer sí que la conocía; ya había escrito que poseo buena memoria para las imágenes. Cómo no reconocer a Ava Gardner, y cómo no hacerlo en su caracterización de Julie LaVerne en "Magnolia" ("Show Boat", George Sidney, 1951). Ahora debo aclarar que mi calma aparente se había transformado levemente, merced a la aparición de una sonrisa en mi cara.
Al fin el misterio estaba a punto de resolverse, o no.
-Sí, la ha reconocido. Se trata de la gran Ava. Ella tiene bastante que ver con Annette, más de lo que usted se imagina.
Mi sonrisa se heló.
-Bien -prosiguió-, Annette Warren fue la encargada de doblar las canciones de Ava Gardner en la película "Magnolia". Ni puede figurarse cuáles fueron el enfado y la contrariedad de la actriz al enterarse de la noticia. Después de todos los esfuerzos, ensayos y nervios. He ahí la razón de mi primera pregunta.
Caviloso y sorprendido uno se limitaba a mirar ora a una fotografía ora a la otra.
Bocas. Literalmente bocas.
A continuación les incluyo la canción "Bill", procedente de esa película. Primero en la versión "doblada" por Annette Warren y después con la voz de Ava. Juzguen ustedes mismos cuál les gusta más, si la voz de soprano de Annette o la "de tenor con whisky" de la Gardner (y que conste que esa descripción entrecomillada se la debemos a la propia actriz).
El silencio que nos rodeó a ambos, sentados a una mesa ante sendos cafés, fue roto por el súbito carraspeo de Sacha. El bueno del barista (aunque en otros momentos, cosas de la confianza, le calificaba también como "ese ruso loco") se encontraba a mi vera, una presencia que había permanecido inadvertida tanto para mí como para mi interlocutor.
-Permítanme un momento, si no es indiscreción.
Y para mutua sorpresa, tanto del señor Pond como del que suscribe, depositó una fotografía sobre la mesa.
Me considero un buen fisonomista, y me precio de poseer una buena memoria visual, pero ni con esas. Añádase a esto que tampoco conocía a Paul Smith, por lo que, mientras me sumía aún más en mi muy indisimulada circunspección, me limité a escuchar el tema "Fly me to the moon" interpretado por el Paul Smith Trio, melodía que el bueno de Sacha (y van dos veces que le aplico el calificativo) había tenido a bien poner en el equipo estereofónico. Soy un aficionado al jazz, y me encanta Sinatra, así que qué quieren que les diga: también me gustaba el ritmo de aquella versión.
Sin embargo aún aguardaba conocer el motivo de la pregunta inicial de el señor Pond, la que había desencadenado el presente torrente de acontecimientos. No tardaría en surgir la respuesta...
Cual si de un tahur del Mississippi se tratara mi amigo extrajo de la manga no una Derringer, para tranquilidad de mi espíritu y de mi integridad física, aunque la primera se tambaleó durante unos instantes, sino una fotografía.
A esa mujer sí que la conocía; ya había escrito que poseo buena memoria para las imágenes. Cómo no reconocer a Ava Gardner, y cómo no hacerlo en su caracterización de Julie LaVerne en "Magnolia" ("Show Boat", George Sidney, 1951). Ahora debo aclarar que mi calma aparente se había transformado levemente, merced a la aparición de una sonrisa en mi cara.
Al fin el misterio estaba a punto de resolverse, o no.
-Sí, la ha reconocido. Se trata de la gran Ava. Ella tiene bastante que ver con Annette, más de lo que usted se imagina.
Mi sonrisa se heló.
-Bien -prosiguió-, Annette Warren fue la encargada de doblar las canciones de Ava Gardner en la película "Magnolia". Ni puede figurarse cuáles fueron el enfado y la contrariedad de la actriz al enterarse de la noticia. Después de todos los esfuerzos, ensayos y nervios. He ahí la razón de mi primera pregunta.
Caviloso y sorprendido uno se limitaba a mirar ora a una fotografía ora a la otra.
Bocas. Literalmente bocas.
A continuación les incluyo la canción "Bill", procedente de esa película. Primero en la versión "doblada" por Annette Warren y después con la voz de Ava. Juzguen ustedes mismos cuál les gusta más, si la voz de soprano de Annette o la "de tenor con whisky" de la Gardner (y que conste que esa descripción entrecomillada se la debemos a la propia actriz).
Annette Warren
Ava Gardner
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