En la historia del cine hay imágenes y escenas que se han quedado grabadas en la retina del espectador, y por ende en lo más profundo del cerebro: Norma Desmond descendiendo por la escalera de su mansión a la vista de los fotógrafos y los camarógrafos, el abrazo final entre Gregory Peck y Jennifer Jones, Vivian Leigh puño en alto con un fogoso cielo en Technicolor a su espalda, y otras muchas que sería demasiado largo y prolijo reseñar.
Entre ellas, procedente de un tiempo en el que el cine era mudo (“silent”) una de las que más impacta (aunque hay otras muchas no menos geniales) es la visión de Harold Lloyd suspendido de las agujas de un reloj situado en la fachada de un edificio de Los Angeles, donde lo único que lo separa de la calle es el vacío más absoluto.
Esta es la imagen que hemos escogido para nuestro alfilerazo número cincuenta.
Entre ellas, procedente de un tiempo en el que el cine era mudo (“silent”) una de las que más impacta (aunque hay otras muchas no menos geniales) es la visión de Harold Lloyd suspendido de las agujas de un reloj situado en la fachada de un edificio de Los Angeles, donde lo único que lo separa de la calle es el vacío más absoluto.
Esta es la imagen que hemos escogido para nuestro alfilerazo número cincuenta.
"El hombre mosca" ("Safety last", Fred Newmeyer y Sam Taylor, 1923)
4 comentarios:
Uy, Harold Lloyd, es un icono de mi primera infancia. Yo no debía tener más de cuatro años, pero me las tragaba todas en la tele, porque en la tele las ponían, tengo buena memoria.
Elphaba.
Cierto, cierto. Y Buster Keaton, Charlot y "El Gordo y el Flaco",...
Vaya si lo echaban por la "tele".
Un saludo cinéfilo.
Alberto Q.
estupenda imagen. Parece que Harold se va a caer... A mí personalmente me encanta el fotograma de poco después al que has puesto: cuando se engancha de la manecilla del reloj.
Saludos cinéfilo madrileños navideños
Alberto.
Si es que tenemos grabada esta escena en la memoria.
Un saludo cinéfilo-asturiano-navideño.
Publicar un comentario