"Cazador a sueldo" ("The hunter", Buzz Kulik, 1980)¿Cuál es el mejor legado que puede dejar tras de sí un actor? Acaso fuera esta la pregunta que un buen día se formuló a sí mismo
Steve McQueen, ya enfermo de cáncer de pulmón, cuando decidió embarcarse en el rodaje de la que sería su última película, poco antes de que su corazón, resentido a causa del tratamiento al que estaba siendo sometido, se negara a seguir latiendo por más tiempo.
A mí me gusta pensar, es mi lado romántico, que McQueen, sabiéndose en las últimas, escogió, para poner el punto y final a su filmografía, precisamente el retrato de los días otoñales de ese cazador de recompensas al que interpreta en este filme. Un profesional ya envejecido, aunque el actor sólo contaba cincuenta años los estragos de su enfermedad se encuentran patentes en su rostro, y que a su vez se basa en las andanzas de un personaje real, Ralph “Papa” Torshon, un caza-recompensas de nuestros tiempos.
Al visionarla a uno no se le escapa el tono agridulce con el que el actor dota a su interpretación, mediante la inclusión de determinados rasgos que logran mostrar la ligera decadencia de un personaje que, para ser sinceros, ya no se encuentra en la flor de la vida. Entrañable sería el adjetivo que yo emplearía para referirme a aquellas escenas en las que debe recurrir a una gafas de lectura, su vista no es lo que era; por no hablar de la torpeza manifiesta que muestra cuando debe ponerse
al volante de un vehículo (él, que siempre había sido un consumado piloto).
En suma, merece la pena ver esta película, donde argumento y vida real se funden y se confunden, conformando el testamento fílmico de un gran actor.
PELÍCULA: "Cazador a sueldo" ("The hunter", Buzz Kulik, 1980) Interpretada por Steve McQueen, Eli Wallach, Kathryn Harrold, LeVar Burton, Ben Johnson, Richard Venture, Tracey Walter, Thomas Rosales Jr.
NOTAS ADICIONALES:• Primero una breve referencia al argumento. Un caza-recompensas que nunca ha conocido otra vida y que ya es demasiado viejo como para cambiar de ocupación, sigue encargándose de capturar a cuantos violan la libertad condicional. Ya no posee las fuerzas de antaño mas es consciente que sin duda es lo mejor que sabe hacer. Su vida hogareña, dedicada a sus maquetas de trenes, sufre un vuelco cuando un asesino a sueldo secuestra a su esposa embarazada. Esta vez el “trabajito” adquiere un cariz personal.
• Reivindicado como un icono de lo “cool” en esta película McQueen eligió personalmente el vestuario que su personaje portaría a lo largo de todo el metraje: bomber verde, camisa blanca, vaquero desgastado y bambas.