Un espacio destinado a charlar acerca del cine, saboreando una taza de café (puede que más), sentados en torno a una mesa. Por el simple gusto de hablar por hablar acerca de una pasión compartida por una reducida infinidad, así nomás como son estas cosas.

Bienvenidos a mi hogar. Entren libremente. Pasen sin temor. ¡Y dejen en él un poco de la felicidad que traen consigo!

domingo, 31 de enero de 2010

ESTE COCHE SÓLO LLEVA A CUATRO PASAJEROS

Reconozcamos que es cine palomitero pero, ¡qué persecución!


"Transporter" ("The Transporter", Corey Yuen, 2002)

Que no tiene nada que envidiar a la de "Transporter 3" (Olivier Megaton, 2008): Audi A8 contra Mercedes.

Y el hierático de Jason Statham me sorprendió un tanto en "Snatch. Cerdos y diamantes" ("Snatch", Guy Ritchie, 2000).

sábado, 30 de enero de 2010

SÁBADO MUSICAL: MOANIN´



Dos versiones del tema, a escoger...




El trompetista Freddie Hubbard con Art Blakey and The Messengers




Art Blakey and The Messengers, Lee Morgan a la trompeta

jueves, 28 de enero de 2010

PINGARATAS (III): HOPSCOTCH



Yaskov, KGB (Herbert Lom): "Nos han sacado una fotografía".
Kendig, CIA (Walter Mathau): "Ese es Follett. Es un idiota. Probablemente no tenga película en la cámara".


Advertencia: contiene spoilers.


Un agente de la Central Intelligence Agency (CIA), Miles Kendig, al cabo de muchos años durante los que ha venido desempeñando una abnegada labor como espía encubierto se encuentra por completo hastiado de su trabajo. En un arranque de coherencia toma la decisión de abandonar la Compañía. Sin embargo el llevar a buen fin su pretensión no resulta ser una tarea sencilla pues son demasiados los secretos que conoce.
Madura entonces un plan magistral: amenazar a sus superiores con sacar a la luz los trapos sucios de la “Agencia” en un libro que contenga sus memorias. Naturalmente Meyerson, su jefe, un individuo la mar de inepto, no puede permitir que cometa semejante despropósito: lo que Kendig sabe es pura dinamita y debe permanecer oculto.
Con la intención de evitarlo envía tras sus pasos a Joe Cutter, un agente que hasta entonces había sido el protegido de Kendig. Entonces comienza un juego de la rayuela (“hopscotch” en inglés) en el que la única ayuda con la que cuenta el ex-agente es la que le brinda Isobel, un antiguo amor.


Isobel (Glenda Jackson) y Miles Kendig (Walther Mathau)



Sin embargo la caza del hombre se revela más difícil de lo que cabía suponer. Kendig, merced a su astucia, siempre va un paso por delante de sus perseguidores, y hasta se permite el lujo de ir enviando de cuando en cuando un capítulo del libro que está escribiendo (entre otras menciona una de las “posibles” operaciones organizadas para asesinar a Fidel Castro). Con el consiguiente enfado de un cada vez más desesperado Meyerson.
La pretensión de Kendig no sólo es concluir sus memorias sino librarse para siempre de su pasada relación con sus antiguos patronos, a ser posible vivo. Pero no le resultará fácil…


Ocurrente y simpática comedia de espías en la que Walter Matthau da muestra una vez más de su extraordinaria vis cómica. Una de mis escenas preferidas es aquella en la que cruza la frontera suiza entonando “El Barbero de Sevilla”; información que es recibida con sorpresa por sus perseguidores.


PELÍCULA: "Un enredo para dos" ("Hopscotch", Ronald Neame, 1980). Interpretada por Walter Matthau, Glenda Jackson, Herbert Lom, Sam Waterston, Ned Beatty, George Baker, David Matthau, Ivor Roberts.


NOTA ADICIONAL: la banda sonora se encuentra trufada de piezas clásicas compuestas por Mozart, Puccini, Rossini,…

lunes, 25 de enero de 2010

ALFILERAZOS FOTOGÉNICOS (XXX): "EL BAZAR DE LAS SORPRESAS"



Mas antes, para ponernos en situación, viajemos a Budapest al ritmo de la Danza Húngara número 4 de Johannes Brahms (uno de mis compositores favoritos), la interpreta al violín Yehudi Menuhin y le acompaña al piano Antal Dorati.

El bueno de Sacha hubiera preferido la número 5, no por nada acostumbra a escucharla mientras limpia la cafetera a la hora del cierre. Obvio cualquier clase de comentario acerca de la personalísima coreografía con la que acompaña tal labor.






Una vez puestos en situación y, espero, con el ánimo adecuado aquí tienen la imagen.



James Stewart (Alfred Kralik) y Margaret Sullavan (Klara Novak) en "El Bazar de las Sorpresas" ("The Shop Around the Corner", Ernst Lubitsch, 1940)




Klara Novak curioseando por entre los objetos a la venta en la tienda del señor Matuschek, a la vuelta de la esquina de la Andrassy Útca, en la Balta Útca, Budapest



Pero no se queden a la puerta, por favor, Lubitsch se lo permitiría por una vez. Si clican sobre la imagen superior podrán acceder al Maddie Hayes Journal, una oportunidad de disfrutar con imágenes de gran formato de la película. Y mucho más...

Ojalá disfruten tanto como yo mismo cuando el señor Pond me proporcionó el hipervínculo.

A modo de propina un par de versiones de "Otchi Chornya" ("Ojos Negros"):

¿Se imaginan escuchar esta melodía cada vez que comieran un bombón (o más políticamente incorrecto, en cuanta ocasión se dispusieran a fumarse un cigarro puro). No llegaría a ser tan antieconómico como en el caso de Holly Golightly (Audrey Hepburn) al marcar el número de teléfono de Fred Varjak (George Peppard), ese marcador telefónico de Tiffany´s [para los ansiosos: empieza en el minuto 8 y 38 segundos], mas sí que sería igual de desesperante. ¿O no?

domingo, 24 de enero de 2010

EL ESPECTÁCULO PROSIGUE (DEBE PROSEGUIR)...



Después de la última entrada, un tanto triste, deseo mitigar un poco la tristeza que envolvió a este café cinéfilo. Como paliativo hoy pueden cantar y disfrutar con cuatro vídeos sobre el mismo tema.
A mí me funciona.






Los créditos respectivos:
"There is no business like show business" (Walter Lang, 1954): trailer y escena
"There is no business like show business" en el The Muppet Show
"There is no business like show business", la canción

sábado, 23 de enero de 2010

SE APAGA UN LUCERO MÁS DEL FIRMAMENTO: JEAN SIMMONS



Jean Simmons (1929-2010)



Hace ya algunos años cierto político se hizo famoso por enterarse de las cuestiones candentes por medio de la prensa. Salvando todas las distancias imaginables a mí me ha ocurrido algo similar. La actriz Jean Simmons falleció ayer y yo me acabo de enterar gracias al blog de Blas.
Sirva la siguiente escena como tierno homenaje (que amplía pálidamente el de la propia Blas).



"La Reina Virgen" ("Young Bess", George Sidney, 1953)

DJANGO REINHARDT, CENTENARIO EN EL RECUERDO





Django Reinhardt






Emmet Ray (Sean Penn), el hombre que desde siempre había admirado a Django Reinhardt, pero que el día que le conoció en persona simplemente se desmayó.
"Acordes y Desacuerdos" ("Sweet and Lowdown", Woody Allen, 1999)



Sirva esta entrada para homenajear, una vez más, al virtuoso guitarrista.



"J'attendrai Swing", Django Reinhardt, Stéphane Grappelli y el Hot Club of France



"Smoke Rings", Django Reinhardt con el Quinteto del Hot Club of France

SÁBADO MUSICAL: "A LA CAZA DEL OCTUBRE ROJO", BASIL POLEDOURIS



"La Caza del Octubre Rojo" ("The Hunt of the Red October", John McTiernan, 1990)
Música de Basil Poledouris




Lo reconozco, de adolescente me encantó la novela de Tom Clancy, en especial los capítulos de la caza propiamente dicha, ese duelo entre el capitán Mancuso, a bordo de su submarino clase Los Ángeles, el USS Dallas, y Marko Aleksandrovich Ramius, en su submarino clase Typhoon, El Octubre Rojo.




Nota adicional: aunque como película de submarinos prefiero muchísimo más "Das Boot" (Wolfgang Petersen, 1981). Y la música de Klaus Doldinger...



Alarm!!!
"Das Boot" (Wolfgang Petersen, 1981)

jueves, 21 de enero de 2010

MARGARET DUMONT Y EL SENTIDO DEL HUMOR

Margaret Dumont flanqueada por los Hermanos Marx en "Una noche en la ópera" ("A night at the opera", Sam Wood, 1935). Y yo me pregunto... ¿cuál será la parte contratante de la parte contratante?

En cierta ocasión alguien, ignoro quién fue en concreto, definió el sentido del humor por medio de una metáfora. Su posesión se podía comparar con un juego de pelota. Cuando uno la lanza (léase un comentario humorístico) la otra persona la devolvería tras cogerla. Eso significa tener sentido del humor. Lo contrario, su ausencia, supondría que el receptor se quedaría con el esférico.



Decididamente a Margaret Dumont no le gustaba jugar con la pelotita, aunque con un "artillero" de la talla de Groucho algo así no resulta en absoluto extraño.



"Sopa de Ganso" ("Duck Soup", Leo McCarey, 1933)

martes, 19 de enero de 2010

LA PERSECUCIÓN DE "DIAMANTES PARA LA ETERNIDAD"



El pasado día hablaba con el señor Pond acerca del tiempo que ha pasado desde la última vez que posteamos una persecución automovilística en este cafetín cinéfilo. Así que dicho y hecho. A continuación pueden disfrutar de la persecución incluida en la película "Diamantes para la eternidad" ("Diamonds are forever", Guy Hamilton, 1971).


A título anecdótico simplemente añadir que fue la primera persecución a gran escala en una película de la saga Bond. No menos de cincuenta vehículos terminaron por completo destrozados cuando finalizaron el rodaje de esta escena. ¿El paraíso de los seguidores de Bond o el infierno de agencias de seguros y productores? Habría que preguntar a Dante.


¡Ah! And Sean Connery is James Bond, of course.


Ya se sabe que "un diamante es para siempre".


Nota adicional: el vehículo que conduce James Bond es un Ford Mustang Mach 1 de 1971. El encargado de pilotarlo no era otro que Bill Hickman, el mismo que dobló a Steve McQueen en "Bullit" (Peter Yates, 1968).

lunes, 18 de enero de 2010

THE HILL



Ayer mismo pude disfrutar de otro de los regalos navideños del señor Pond (el responsable máximo del D.B.I., Departamento de Búsquedas Infructuosas de El Loro Azul). Se trata del DVD de "La Colina"; por supuesto adquirido aprovechando las rebajas.

Brutal...

La Colina[1] ("The Hill", Sidney Lumet, 1965)




Cartel francés de la película; a modo de curiosidad puede examinarse el programa de mano diseñado en España para su malogrado pase por nuestras salas de cine (v. nota al pie) en el libro "La Censura Franquista en el Cine de Papel", de Bienvenido Llopis

Nota adicional: en el libro "Así se hacen las películas", de Sidney Lumet, su director dedica unos párrafos a esta película (pp. 90 - 91).




[1] El título en el que se iba a estrenar en España era "La Colina de los Hombres Perdidos", sin embargo la acción de la censura impidió su estreno en los cines por lo que se debió esperar a su pase por televisión, con el título definitivo antes apuntado, ... en la década de los ochenta.

sábado, 16 de enero de 2010

SÁBADO MUSICAL: EL ARCO IRIS



De acuerdo. Admitamos que está lloviendo. Convengamos en que está nublado. Y finalmente reconozcamos que no hay ni sombra de arco iris por parte alguna. Pero, ¿y si en realidad hay por ahí fuera un arco iris que conduce a una marmita repleta de monedas de oro?



Pues bien, aquí tienen el arco iris...





"Somewhere over the rainbow", Judy Garland en "El Mago de Oz" ("The Wizard of Oz", Victor Fleming, 1939)
James Stewart (Macaulay Connor) canta a Katherine Hepburn (Tracy Lord) en presencia de Cary Grant (C. K. Dexter Haven) y John Howard (George Kittredge), "Historias de Filadelfia" ("The Philadelphia Story", George Cukor, 1940)
"What a wonderful world", Louis Armstrong

SÁBADO MUSICAL: "BOSSA NOSTRA", LES LUTHIERS

Les Luthiers






"Bossa nostra", Les Luthiers

martes, 12 de enero de 2010

THOMPSON





"Camino a la perdición" ("Road to perdition", Sam Mendes, 2002)







"Camino a la perdición" ("Road to perdition", Sam Mendes, 2002)






"Muerte entre las flores" ("Miller´s Crossing", Joel y Ethan Coen, 1990)

sábado, 9 de enero de 2010

SÁBADO MUSICAL CON RITMO: "MINNIE THE MOOCHER", CAB CALLOWAY

Cab Calloway


"Minnie the Moocher", Cab Calloway


A modo de propina les dejo aquí el enlace al vídeo de su actuación en "Granujas a todo ritmo" ("The Blues Brothers", John Landis, 1980).


SÁBADO MUSICAL: "GURRE LIEDER" DE ARNOLD SCHÖNBERG


Mientras al otro lado del ventanal caen los copos de nieve me dispongo a añadir un artículo más. Por ser hoy sábado, y tras la parada debida al trabajo acumulado durante el comienzo del año, me permito incluir una pequeña variación. Una diferencia mínima, respecto a los otros artículos musicales de los sábados. Nada complicado, tampoco vayan a creer lo contrario. Simplemente les sugiero que mientras escuchan la música contemplen una imagen. Así de sencillo.




"Jennie" ("Portrait of Jennie", William Dieterle, 1948)




"Gurre Lieder", Arnold Schönberg


SUGERENCIA ADICIONAL: pásense por el blog Brevemente y disfruten con el vídeo que postea.


miércoles, 6 de enero de 2010

ARAÑÉ AL REY BALTASAR


Un par de días antes del Día de Reyes, un centro comercial abarrotado de público [un mercado en el que una multitud de vendedores ofertan sus mercancías a los viandantes, comerciantes a los que se unen acróbatas y cuentacuentos]. Una pareja con su hijo de corta edad se acercan al trono de los Reyes Magos para que el pequeño pueda "pedir" sus regalos [el niño corre de atracción en atracción, ora el cuentacuentos, ora los acróbatas]. Cuando se sienta en el regazo del rey Baltasar estira su manita y, sin querer, arrastra con ella un poco del maquillaje necesario para la mayestática representación, dejando al descubierto unas tenues líneas blancas [un hombre vestido con una chílaba blanca se aproxima tambaleándose al grupo para terminar desplomándose ante el padre; como acto reflejo éste trata de cogerlo. Cuando lo hace el rostro del desconocido se desliza entre sus manos dejando impresas en ella unas inquietantes franjas blancas...].

El niño, un tanto preocupado, se gira hacia su padre y le dice: "arañé al rey Baltasar".




La anécdota, real como la vida misma, me la contó un colega hace un par de días y le ocurrió a su ahijado. La historia paralela nos la narró en celuloide Alfred Hitchcock.


Para rodar la escena en la que el Dr. Ben McKenna (James Stewart) descubre cuál es la identidad del desconocido apuñalado (Daniel Gélin, interpretado por Louis Bernard) el equipo técnico barajó varias posibilidades. Como fuera que el intento de mostrar cómo los dedos retiraban el maquillaje del rostro de Louis no quedaba bien en pantalla (y menos en Vistavision, y aquí sería interesante que un experto expusiera su opinión al respecto) debieron acudir a otro procedimiento. Este consistió en embadurnar de blanco las manos de Stewart. De esa forma el gesto impotente del buen doctor sólo consiguió dejar unos trazos blancos sobre el rostro del asesinado.

Decididamente el efecto conseguido resultó ser genial.


"El hombre que sabía demasiado" ("The man who knews too much", Alfred Hitchcock, 1956)




La película se basaba en un argumento original de Charles Bennett y D. B. Wyndham-Lewis, no confundir con la recopilación de relatos de G. K. Chesterton del mismo nombre.

VARIACIÓN SOBRE "EL ASESINO MISTERIOSO" DE LES LUTHIERS




Como parte de la tradición que dedica un día como hoy a la entrega de obsequios y regalos, el señor Pond me ha entregado el siguiente vídeo. Se trata de un montaje a cargo de Dystopiaman en el que pone imágenes a la lectura del sketch "El Asesino Misterioso" de "Les Luthiers". Y no unas imágenes cualesquiera sino procedentes de dos de mis películas favoritas: "Arsénico por compasión" ("Arsenic and old lace", Frank Capra, 1944) y "Ocho sentencias de muerte" ("King hearts and coronets", Robert Hamer, 1949).
Precisamente la última citada ya apareció en alguna conversación de este cafelito.







Para rematar el obsequio aquí les dejo el vídeo con la actuación de estos geniales argentinos. Habla Marcos Mundstock.


"El Asesino Misterioso", Les Luthiers

VOLANDO CON GENE KELLY Y FRED ASTAIRE

Frank Sinatra, Gene Kelly y Fred Astaire


Acompañemos a Gene Kelly y a Fred Astaire en un anuncio para la Western Airlines.





Y, ¿por qué no?, con una melodía alusiva...



"Fly me to the moon", Frank Sinatra

domingo, 3 de enero de 2010

VISIONADOS NAVIDEÑOS 2009: PERMESSO? AVANTI, MR. WILDER!

Advertencia: contiene spoilers.







"Hemos venido a enterrarlo y no a alabarlo".


Wendell Armbruster (Jack Lemmon) dictando a una grabadora el panegírico para su padre.



¿Qué extraordinaria catarata de sucesos se desataría si un ocupadísimo ejecutivo norteamericano, resolutivo como el que más, que se encuentra al mando de una corporación que da empleo a cientos de miles de trabajadores, “felizmente” casado y con dos hijos, se viera en la necesidad de abandonar su hábitat natural para visitar la isla de Ischia, en la costa de Amalfi (Nápoles), con la intención de recoger el cadáver de su padre, recientemente fallecido en un trágico accidente automovilístico?


El divertido arranque de la película ya proporciona una idea de cuál será el tono empleado a lo largo de todo el metraje



Pues éste resulta ser el fundamento argumental que nos propone Billy Wilder en esta comedia, “¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?” (“Avanti!”, 1972), confeccionada con mimo a partir de un guión escrito a cuatro manos por el propio Wilder junto a I.A.L. Diamond[1]. Claro que el mantener esta visión epidérmica sería equiparable a pelar un kiwi para quedarse sólo con la piel que lo recubre, tras arrojar el resto del fruto a la basura.

Avanti!” resulta ser mucho más que eso. De primeras muestra el contraste entre dos formas de vida, dos concepciones diametralmente opuestas de encarar la existencia. Por una parte la propia de Wendell Armbruster Jr. (Jack Lemmon), imbuida de celeridad y eficiencia, tal y como corresponde a quien pasa por ser, y vuelvo a repetirlo, un agresivo ejecutivo (C.E.O., “chief executive officer”) de una multinacional norteamericana (y, para qué negarlo, su personaje también rezuma un tufillo puritano que le impide dar rienda suelta a sus sentimientos). Por otro lado se nos brinda la visión europea, mucho más calma (y en el aspecto moral mucho más liberal) personificada en ese conjunto de personajes liderados por el director del hotel, Carlucci (Clive Revill): Pamela Piggott (Juliet Mills), los hermanos Trotta, Bruno, el italiano que añora el “american way of life” y que pasa por ser más patriota que los propios estadounidenses, o ese personaje a cuyo cargo se encuentra uno de los “sketches” más brillantes, el señor notario de la localidad. No dejen de prestar mucha atención a la coreografía que desarrolla para cumplir con los trámites burocráticos.



Carlo Carlucci (Clive Revill) y Wendell Armbruster Jr. (Jack Lemmon)



Por supuesto que ambas posiciones se encuentran dibujadas con trazo grueso, no exento de cierta ironía; lo contrario, tratándose de Wilder, resultaría inconcebible. Mas por esta vez esa ironía no es tan negra, el sarcasmo no alcanza ese punto amargo al que nos tiene acostumbrados, prefiriendo otorgarle un rostro más amable de lo habitual.
A lo largo del metraje (ciento cuarenta minutos que para algunos resultan excesivos y que para mí, en cambio, se pasan en un suspiro[2]) no se ahorran ironías acerca del resolutivo carácter estadounidense. Un carácter que se haya representado muy bien por J. J. Blodgett (Edward Andrews), el alto funcionario del Departamento de Estado destacado en París, quien en pocas horas acaba por desatascar la situación, eliminando todos los impedimentos burocráticos con los que Wendell se había tenido que enfrentar durante su estancia. Con talante arrollador irrumpe en escena devolviéndole violentamente al mundo del cual procede, cuando ya había claudicado, cautivado por el amor sentido hacia Pamela Piggott.

Pero el cambio ya se ha operado. El Wendell que a su llegada al Grand Hotel Excelsior exclama con tono desaprobatorio que “no es el Hilton” (a lo cual Carlucci, tomando lo que no deja de ser una crítica como un sincero elogio le da las gracias) termina por concertar un acuerdo por el cual regresará, al igual que su padre, cada verano, del quince de julio al quince de agosto.

Porque a fin de cuentas siempre le quedará Ischia…





¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?” (“Avanti!”, Billy Wilder, 1972). Interpretada por Jack Lemmon, Juliet Mills, Clive Revill, Edward Andrews, Giancarlo Barra.

NOTA ADICIONAL: Como suele ocurrir la crítica se dividió en dos bandos antagónicos, desde los que la recibieron con los brazos abiertos (“una comedia de primera categoría”, según Variety) y aquellos que se ensañaron sin sombra de piedad ("resulta difícil creer que este agrio chianti proceda de las exquisitas viñas de Billy Wilder e I. A. L Diamond", Cue).
Al tiempo la opinión de Wilder acerca de esta película no resulta ser demasiado laudatoria. En alguna ocasión mencionó el desencanto que hizo presa de él a la hora de dirigir las películas posteriores a “Un, Dos, Tres” (1961), opinión debida fundamentalmente a la lluvia de críticas que llovieron a partir de ese momento sobre el resto de su filmografía. En cuanto a “Avanti!” afirmó: "Y se me ocurre algo respecto a ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?: habría sido más atrevido y dramático que el hijo descubriera que su fallecido padre viajaba a Italia, no porque tuviera allí una amante, sino porque era homosexual. Entonces sí que se habría convertido en una película atrevida. Tal y como es la película, es demasiado íntegra, demasiado correcta, demasiado suave. El padre tiene una amante; en estos momentos, eso puede pasarle a cualquiera".



[1] A este respecto resulta interesante mencionar la peculiar relación que Wilder mantenía con sus guionistas, una relación tirante y tiránica que, sin embargo, acababa dando como resultado refulgentes joyas, y alguna que otra crisis de nervios. Para más información a este respecto puede leerse el artículo publicado en la web “Lo que yo te diga”.
[2] Entre los múltiples recortes que guarda en su archivo el señor Pond nos encontramos con uno correspondiente a la revista “Blanco y Negro” del 18 de marzo de 1990. Corresponde a la página dedicada a las críticas de cine realizadas por Julián Marías. Su primer párrafo no puede ser más revelador: “Al cabo de muchos años he vuelto a ver esta película de Billy Wilder, Avanti! Tenía la impresión de que su duración era la normal, aproximadamente hora y media; al mirar el reloj me di cuenta con asombro de que había durado casi dos horas y media. No se puede hacer mejor elogio de una película […].

sábado, 2 de enero de 2010

GENUINA FLEMA BRITÁNICA

El D.B.I. (Departamento de Búsquedas Infructuosas) me acaba de poner los dientes larguísimos. No es para menos, puesto que acaban de proporcionarme una prueba de la tan reconocida flema británica.





George Sanders y John Cleese en "La Mejor Casa de Londres" ("The Best House in London", Philip Saville, 1969)




Mucho mejor que la anécdota del mayordomo y el tigre que Kazuo Ishiguro incluyó en su novela "Lo que queda del día". Ya estoy corriendo a buscar esta película para verla enterita...

SÁBADO MUSICAL: EL "MAGNIFICAT" DE JOHANN SEBASTIAN BACH


Ad maiorem clientelae gaudium.









"Magnificat", BWV 243, de Johann Sebastian Bach.

Incluye: I. Choir: Magnificat. II. Aria (Soprano II): Et exsultavit spiritus meus. III. Aria (Soprano I): Quia respexit humilitatem. IV. Choir: Omnes generationes.



Y como aún estamos en "Navidad" he aquí la versión de Nikolaus Harnoncourt, a modo de presente.






Nota del señor Pond: la imagen que preside el artículo corresponde a Sirio, la estrella más brillante del hemisferio norte. Finalmente, a modo de apostilla, la frase inicial vendría a significar (mi latín está un poco oxidado) algo así como "a mayor alegría de la clientela".

ALFILERAZOS FOTOGÉNICOS (XXVII): TOMANDO UN CAFÉ


Norma Shearer, Louella Parsons y Melvyn Douglas desayunando "en nuestro establecimiento"; Orson Welles declinó la invitación remitida

viernes, 1 de enero de 2010

CONCIERTO DE AÑO NUEVO EN "EL LORO AZUL"


Desde el Salón Dorado de la Musikverein de Viena, en directo para "El Loro Azul".











Y la propina…




Feliz y Próspero Año Nuevo y que se cumplan todos vuestros deseos.