Un espacio destinado a charlar acerca del cine, saboreando una taza de café (puede que más), sentados en torno a una mesa. Por el simple gusto de hablar por hablar acerca de una pasión compartida por una reducida infinidad, así nomás como son estas cosas.

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domingo, 2 de noviembre de 2008

CUANDO LLEGUÉ A LAS LÍNEAS DE LA COMPAÑÍA C, EN LA CIMA DE LA COLINA,...


“He estado antes aquí”, dije; había estado, en efecto, primero con Sebastian, más de veinte años atrás, un día claro de junio, con las cunetas rebosantes de lechosas reinas de los prados y el aire cargado de todos los perfumes del verano. Era un día de especial esplendor y, a pesar de que había estado allí tantas veces y con tan distintos estados de ánimo, fue aquella primera visita la que mi corazón evocaba ahora, en la última”.


Con estas palabras principia la narración mediante la que Charles Ryder va desgranando su evocación de su relación con los Marchmain, y más en concreto con lord Sebastian Flyte, en la brillante novela escrita por Evelyn Waugh que lleva por título “Retorno a Brideshead” (“Brideshead Revisited”).
No puedo negar que me encuentro ante una de mis novelas favoritas, salida de la misma pluma que escribió "Noticia Bomba" (el libro que todo reportero de guerra debería leer antes de enfrentarse a "Territorio Comanche" de Pérez Reverte; al que un colega, no sin cierto aire a pedantería rebuscada, siempre se refiere, al de Waugh me refiero, por su título original: "Scoop") y "Los Seres Queridos" (poco apropiado o no para estas fechas).
Uno a veces se pregunta a qué estrafalarios personajes haría deambular por los muros de Brideshead la acerada pluma de Saki.



A buen seguro que cuantos contamos con la oportunidad de disfrutar con el visionado por televisión de la serie en los primeros años de la década de los ochenta recordaremos con facilidad el tema musical con el que daba inicio.



Una cuidadosísima producción de la cadena Granada que adaptaba la novela homónima con una calidad inusitada, más propia de un largometraje cinematográfico. Ya la elección del reparto probaba el sumo cuidado que se había puesto en su elaboración: junto a dos jovencísimos Jeremy Irons y Anthony Andrews figuraban dos vacas sagradas del cine y el teatro británico: sir Laurence Olivier y sir John Gielgud, interpretando a los respectivos padres de ambos protagonistas.

Lord Sebastian Flyte, Charles Ryder y Aloysius


Cuando emitieron la serie por televisión no pensé en la posibilidad de grabarla en vídeo, craso error. A lo sumo sí que conservé el comienzo de uno de los capítulos para conservar el maravilloso tema compuesto por Geoffrey Burgon, en el que las trompeta barroca adquiere todo el protagonismo.

Ahora sólo resta valorar si la reciente adaptación al cine a cargo de Julian Jarrold mantiene la altura. Al menos un "actor" repite participación: el señorial Castle Howard (Yorkshire).


"Retorno a Brideshead" ("Brideshead Revisited", Julian Jarrold, 2008)

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