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jueves, 23 de septiembre de 2010

BOGART Y LOS IMPUESTOS, UNA ANÉCDOTA






En cierta ocasión Humphrey Bogart se encontraba en un restaurante de Hollywood, bebiendo whisky a su ritmo acostumbrado. Inspirado por la bebida no tuvo mejor idea que alardear en voz alta de no pedir menos de cien mil dólares por participar en una película. Sin duda ya llevaba unos cuantos tragos, pues no solía ser su costumbre vanagloriarse de la cuantía de sus emolumentos.
Hete aquí que en una mesa próxima se sentaba un comensal que no apartaba su atención de las palabras pronunciadas por el actor. Como éste reparó en ello, dándose cuenta al tiempo de que la ocupación de aquel hombre era la de recaudador de impuestos, y bastante conocido, por cierto, por el rigor que aplicaba a su profesión, rápidamente añadió con voz aún más alta si cabe:


-Naturalmente, esa es la cantidad que yo pido, pero lo que me ofrecen, ocioso es decirlo, no pasa nunca de los treinta mil.


Lo que ignoro es si logró zafarse de la inspección.


3 comentarios:

Elphaba dijo...

XDD Como veo el alcohol no le privó de la lucidez suficiente como para intentar esquivar su propia metedura de pata.

G. K. Dexter dijo...

Elphaba.

Sí, no debía haber bebido tanto como para "convertirse en Humphrey Bogart", tal y como comentaba el dueño del Chassen´s, Dave Chassen.

Y eso que no bebía precisamente sorbitos... Y lo del whisky prueba que aún se encontraba en plena forma (física y química) pues no por nada se cuenta (je, je) que sus últimas palabras fueron: "nunca debí cambiar el whisky por los martinis".

Un saludo cinéfilo.

P.D.: y si me permites la digresión uno, que gusta de ambas bebidas en cantidades moderadas, se queda con las últimas palabras de John Maynard Keynes: "sólo lamento no haber bebido más champán", o algo muy similar.

G. K. Dexter dijo...

Elphaba.

Y sí, mantuvo la lucidez suficiente..., en unas circunstancias que no se las deseo a nadie... "Nobody expects The Spanish Inquisition (AEAT)".

Un saludo cinéfilo.