Un espacio destinado a charlar acerca del cine, saboreando una taza de café (puede que más), sentados en torno a una mesa. Por el simple gusto de hablar por hablar acerca de una pasión compartida por una reducida infinidad, así nomás como son estas cosas.

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sábado, 25 de septiembre de 2010

CRÓNICAS MATRITENSES 2010 (II): ACME







Al responsable con mando del Departamento de Reclamaciones y Atención a Clientes que se consideran estafados de manera reiterada y harto enojosa.


Muy señor mío.


El motivo por el que al fin me he decidido a escribirle la presente carta no es otro que la presencia de unas incidencias aparejadas al uso de los productos fabricados por su empresa. Unas incidencias que he venido padeciendo episodio tras episodio. Como cliente de antiguo que soy creo haberme ganado, a un precio bastante elevado, todo hay que decirlo, el derecho a mostrarle mi descontento, sin que por ello pueda suponerse a la luz de mis palabras, mucho más contenidas de lo que pudiera parecer a simple vista, que milito en el bando de los descontentos furibundos y maleducados, ahitos de mala baba, que no encuentran mejor manera para exteriorizar y canalizar sus frustraciones que trufar sus misivas por medio de unos vocablos cuya intensidad, colorido y sonoridad harían palidecer al más bregado contertulio televisivo de programas cardiológicos.

Aclarados ya tanto mi posición como mi talante actuales paso sin más demora a expresarle el contenido de mi queja. Mucho me temo que los productos ofertados por su empresa tienden en la mayoría de las oportunidades a funcionar de una manera completamente opuesta a lo que cabría esperar. La enumeración de los fallos sufridos en mis propios pelaje y carnes resultaría fatigosa, mas sirva la presente lista, ni mucho menos exhaustiva, como muestra.

Desde cohetes que alcanzan una velocidad excesiva para inevitablemente terminar por estallar, con dolorosísimas consecuencias para quien suscribe; pasando por muelles dotados de una excesiva elasticidad, que propulsionan al inadvertido usuario hacia las estrellas y aún más allá; catapultas que arrojan pedruscos (grandes, pero que muy grandes, gigantescos) que acaban por trazar trayectorias verticales (las más de las veces hacia arriba) para dar por concluido su vuelo sobre el cuerpo de uno, habitualmente no sin antes haber sufrido una caída libre a velocidad terminal, precipicio abajo;...

Me disculpará que no continúe mas habrá de tener presente que los gastos médicos ocasionados me impiden rememorar los daños y perjuicios ocasionados por el material suministrado por ustedes.

De lo anteriormente expuesto se desprende que el número de incidencias sufridas y padecidas prueba la ineficacia de sus controles de seguridad, en caso de que posean tales mecanismos. Razón suficiente como para justificar la indemnización a la que me he hecho acreedor, estropicio tras estropicio.

A la espera de su pronta respuesta sólo me resta comunicarle que ésta me sea transmitida a través del conducto debido, es decir, el bufete de abogados en cuyas manos he puesto mi caso. No tome esta decisión como una amenaza sino como una mera precaución, con la salvaguarda de mis intereses como único objeto.


Sin otro particular reciba un cordial saludo de su fiel (e indignado) cliente.

Willy Coyote.



Sirva la anterior carta para presentarles la última adquisicion para la biblioteca de el señor Pond.




Un completo catálogo de los productos de la Corporación ACME, hallado en una librería de Madrid, establecimiento del que me habló una buena amiga.




Mic mic




7 comentarios:

G. K. Dexter dijo...

Leyes de Klipstein.
Aplicadas a la ingeniería General.


1. Una aplicación evidente vendrá precedida por una similar, presentada una semana antes por un trabajador independiente.
2. El cumplimiento de los plazos de entrega es inversamente proporcional a la cantidad de pedidos.
3. Las dimensiones siempre se expresarán en las unidades menos habituales. Por ejemplo, la velocidad vendrá en estadios por quincena.
4. Cualquier cable cortado a la medida será demasiado corto.


"La Ley de Murphy" de Arthur Bloch.

Dedicado a mis amigos ingenieros, en el remoto supuesto de que lean este blog.

BLAS dijo...

Jejejeje... En mi casa, siempre que se compraba algún electrodoméstico, o lo que fuera y se estropeaba, y nos preguntaban sobre la marca del producto en cuestión, invariablemente contestábamos: Marca ACME por supuesto!

Saludos Dexter!!

G. K. Dexter dijo...

Blas.

Ja, ja, ja, ja,...
Buenísimo.

Un saludo cinéfilo, Blas.

P.D.: por suerte mi portátil no es marca ACME ;)

BLAS dijo...

Jajajajajajajaaa

Por suerte, el mio tampoco.


Saludos, Dexter!

G. K. Dexter dijo...

Blas.

Me alegra saberlo.

;)

Un saludo cinéfilo-musical.

BLAS dijo...

Jaajajajajajajajajajajajajajaajajajajajajajajajajaaaajajaaa!!!!!

Cómo me he podido reir!! No puede ser más realista!

Excelente, Dexter, gracias por compartirlo.

Saludos!!

G. K. Dexter dijo...

Blas.

Un placer.

Un saludo cinéfilo.