Lo que van a contemplar a continuación no es más que una película. La escena completa fue rodada por auténticos especialistas, profesionales que se ganan la vida por paradójico que resulte, trabajando al límite. Por espectaculares que les resulten las imágenes no han de dudar que como paso previo para su rodaje han sido objeto de una planificación minuciosa por parte de reputados expertos.
En pocas palabras, y para resumir, que sólo unos verdaderos profesionales pueden realizar esta clase de proezas, aun cuando muchas veces su presencia pase desapercibida para los espectadores, a los que sólo les suelen interesar los actores principales.
Sirva este post para dos finalidades: homenajear a estas mujeres y hombres que trabajan para hacer posible lo imposible y, de paso, comprobar el estado del corazón del espectador.
Asesíneme, por favor (Short Time, Gregg Champion, 1990)
No hay comentarios:
Publicar un comentario