Un espacio destinado a charlar acerca del cine, saboreando una taza de café (puede que más), sentados en torno a una mesa. Por el simple gusto de hablar por hablar acerca de una pasión compartida por una reducida infinidad, así nomás como son estas cosas.

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sábado, 13 de diciembre de 2008

REMEMBRANZAS

Acostumbro a contar muy a menudo la misma anécdota, una y otra vez, aunque no por ello me canso de recordarla vez tras vez.
Yo contaría unos quince o dieciséis años. Era verano. Uno de esos veranos en los que ninguna preocupación logra nublar el disfrute de una soleada tarde de verano.
Me encontraba escuchando la radio, deambulando por el jardín que rodea la casa de mis padres. Por una de esas casualidades que se dan en ciertas ocasiones había sintonizado un programa de radio dedicado al cine. No recuerdo si era en la cadena SER o en RNE.
La presentadora se ocupaba de entrevistar a José Luis Garci, quien, como siempre, desgranaba mil y una anécdotas, entresacadas de su zurrón particular.
Entonces empezó a sonar el conocidísimo adagio de Mozart incluido en la película “Memorias de África” (“Out of Africa", Sydney Pollack, 1985). Al punto Garci empezó a describir la escena exacta a la que prestaban compañía las notas escritas por el músico.


Se trataba del vuelo al que Finch Hatton (Robert Redford) invita a Karen Blixen (Meryl Streep). Con lenta cadencia y su particular voz, algo cascada por el tabaco, que dejaba traslucir la emoción sentida, empezó a narrar una a una las imágenes que la componían. En un momento dado dijo que ahora (entonces) Karen echaba hacia atrás la mano para que Denys la cogiera con la suya…



"Memorias de África" ("Out of Africa", Sydney Pollack, 1985)


Una vez conocí a una mujer a la que le encantaban tanto la película como el libro. Como me dijera que sólo había leído el que había sido editado bajo el título de la película (realmente “Lejos de África”) yo le hablé del otro, “Sombras en la Hierba”, cuya existencia ella ignoraba.
Naturalmente el día de su cumpleaños un amigo y yo nos ocupamos de subsanar esa carencia regalándole un ejemplar del segundo. A cambio ella y su novio nos invitaron a un excelente café (genuinamente colombiano) a causa de cuya ingesta yo debí combatir esa noche el insomnio aparejado haciendo footing de madrugada, precisamente la víspera de un examen importante.


Aún hoy recuerdo con plena nitidez tanto el sabor de aquél café como, por supuesto, la peculiar voz de Garci describiendo la anterior escena.


"Yo puedo recordarlo absolutamente todo, joven. Esa es mi maldición. La mayor maldición que se ha infligido a la raza humana: la memoria". Leland (Joseph Cotten) al reportero en "Ciudadano Kane" ("Citizen Kane", Orson Welles, 1941).



"Ciudadano Kane"


Atención al cambio en la dicción y en el ritmo una vez pronunciada las anteriores frases, el énfasis puesto en su declaración inicial. Ahí está la esencia de su argumento. Prodigioso y teatral Cotten.

7 comentarios:

(!) hombre perplejo dijo...

Hola, Dexter:
echando un vistazo por la blogosfera me he encontrado tu rincón y he descubierto que tenemos muchas cinefilias en común. Así que me da que también te va a gustar el mío... Nos leemos !)

G. K. Dexter dijo...

(!)Hombre Perplejo.
A la vista de cuáles son tus películas favoritas creo que efectivamente tenemos "muchas cinefilias en común".
En cuanto a tu blog sólo he podido echarle un vistazo rápido, cuestión de falta de tiempo. Sin embargo un poco más tarde espero pasearme un poco por él, y es que la primera impresión es fantástica.

Un saludo cinéfilo.

P.D.: luego responderé a tus otros comentarios.

P.P.D.: bienvenido a mi cafetín cinéfilo.

Sergio Arán dijo...

Garci, desde su programa de Antena 3 radio los sábados por la noche, no se cansaba de poner y poner y poner la banda sonora de Memorias de África, de John Barry, que para él, es LA banda sonora.
Gran escena de la película, por otra parte.

Anónimo dijo...

Alberto Q.
www.lacoctelera.com/traslaspuertas

Yo presumo de tener buena memoria y reconozco que tiene su lado estupendo y genial pero... a veces hay recuerdos duros y que duelen.

Saludos cinéfilos!!!

G. K. Dexter dijo...

Sergio.
Gracias por el apunte. Eso explica la carga emocional que impregnaba la voz de Garci, la suficiente como para que se me quedara grabada en la memoria.

Un saludo cinéfilo.



Alberto Q.

"Hoy ha llegado el correo y un amigo me ha escrito lo siguiente: “Los Masai han informado al Comisario del distrito de Ngong que muchas veces, al alba y al crepúsculo, han visto leones en la tumba de Finch-Hutton. Un león y una leona llegan hasta allí y permanecen en pie o echados sobre la tumba durante largo tiempo. Después de irte tú, el terreno que rodea la tumba fue nivelado, formando una especie de terraza. Supongo que aquella elevación constituye un lugar ideal para los leones. Desde allí pueden observar toda la pradera, y el ganado y la caza que hay en ella”.A Denis le gustará saberlo.Tengo que acordarme de contárselo".

Las dos últimas frases no se encontraban en la novela original mas pertenecen a esa categoría que sirve para redondear e incluso remarcar un párrafo, ¿o no?

Quien más y quien menos se ha cruzado en su vida un sola vez con una figura blanca que viajaba en el transbordador que viajaba en sentido contrario..., por poner un ejemplo.

Vaya, vuelvo a divagar...

Un saludo cinéfilo.

P.D.: mi agradecimiento al blog Cosas que hacen que la vida valga la pena donde encontré el diálgo que incluí al principio de esta respuesta.
El libro de Dinesen me lo he dejado en casa.

Elphaba dijo...

Mi hermano se casó con esa música tocada en directo. Fue una boda muy cinéfila, por ese y otros temas que sonaron. Quedaron pocos ojos secos.

G. K. Dexter dijo...

Elphaba.
El empleo de esa música para un día tan entrañable y único explica en parte la reacción de la gente, esa música es de lo más evocador.
Y sin duda a ambos contrayentes debía gustarles mucho el cine, deduzco.

Un saludo cinéfilo.