Mas antes, para ponernos en situación, viajemos a Budapest al ritmo de la Danza Húngara número 4 de Johannes Brahms (uno de mis compositores favoritos), la interpreta al violín Yehudi Menuhin y le acompaña al piano Antal Dorati.
El bueno de Sacha hubiera preferido la número 5, no por nada acostumbra a escucharla mientras limpia la cafetera a la hora del cierre. Obvio cualquier clase de comentario acerca de la personalísima coreografía con la que acompaña tal labor.
Una vez puestos en situación y, espero, con el ánimo adecuado aquí tienen la imagen.
James Stewart (Alfred Kralik) y Margaret Sullavan (Klara Novak) en "El Bazar de las Sorpresas" ("The Shop Around the Corner", Ernst Lubitsch, 1940)
Klara Novak curioseando por entre los objetos a la venta en la tienda del señor Matuschek, a la vuelta de la esquina de la Andrassy Útca, en la Balta Útca, Budapest
Pero no se queden a la puerta, por favor, Lubitsch se lo permitiría por una vez. Si clican sobre la imagen superior podrán acceder al Maddie Hayes Journal, una oportunidad de disfrutar con imágenes de gran formato de la película. Y mucho más...
Ojalá disfruten tanto como yo mismo cuando el señor Pond me proporcionó el hipervínculo.
A modo de propina un par de versiones de "Otchi Chornya" ("Ojos Negros"):
- a cargo de The Ritz Brothers, con un tono marcadamente jocoso,
- una más seria ejecutada por el Coro del Ejército Rojo.
¿Se imaginan escuchar esta melodía cada vez que comieran un bombón (o más políticamente incorrecto, en cuanta ocasión se dispusieran a fumarse un cigarro puro). No llegaría a ser tan antieconómico como en el caso de Holly Golightly (Audrey Hepburn) al marcar el número de teléfono de Fred Varjak (George Peppard), ese marcador telefónico de Tiffany´s [para los ansiosos: empieza en el minuto 8 y 38 segundos], mas sí que sería igual de desesperante. ¿O no?
3 comentarios:
Siempre que voy a casa de mi tío y veo la caja para puros que tiene en el salón imagion que al abrirla suena Otchi Chornya, jajajaja.
Elphaba.
Tu famlia resulta ser una fuente de anécdotas.
Un saludo cinéfilo.
Creo que todas las familias lo son, solo que siendo tan cinéfilos casi todo terminamos relacionándolo con algún guiño peliculero. Donde hay quien no ve nada, yo veo montones de cosas que me hacen gracia XD.
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