Salvar al Soldado Ryan (Saving Private Ryan, Steven Spielberg, 1998).
Desasosiego y miedo, sentir cómo el estómago empieza a girar violentamente, la piel de gallina, la sudoración gélida, los ojos humedecidos. Tales son los efectos que nos produjo en su día a mi amigo Santiago L*** y a mí mismo la visión de esta escena inicial de la película de Steven Spielberg. Las mismas que me sigue provocando en cuantas ocasiones vuelvo a contemplarla.
Son veintidós minutos en los que se nos muestra con gran crudeza el desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía, más en concreto en el sector Dog Green de la Playa Omaha. Suficientes como para salvar a Spielberg y por ende al resto del metraje, orlado por un sentimiento de glorificación de la guerra por completo opuesto a la opinión vertida mediante la inclusión de esta escena; un metraje donde a mi parecer sólo cabe destacar, por su retorno a los parámetros del comienzo, la lucha cuerpo a cuerpo, a muerte, que mantienen el soldado americano y el alemán.
Desasosiego y miedo, sentir cómo el estómago empieza a girar violentamente, la piel de gallina, la sudoración gélida, los ojos humedecidos. Tales son los efectos que nos produjo en su día a mi amigo Santiago L*** y a mí mismo la visión de esta escena inicial de la película de Steven Spielberg. Las mismas que me sigue provocando en cuantas ocasiones vuelvo a contemplarla.
Son veintidós minutos en los que se nos muestra con gran crudeza el desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía, más en concreto en el sector Dog Green de la Playa Omaha. Suficientes como para salvar a Spielberg y por ende al resto del metraje, orlado por un sentimiento de glorificación de la guerra por completo opuesto a la opinión vertida mediante la inclusión de esta escena; un metraje donde a mi parecer sólo cabe destacar, por su retorno a los parámetros del comienzo, la lucha cuerpo a cuerpo, a muerte, que mantienen el soldado americano y el alemán.
Aquel 6 de agosto del año 1944 Omaha Beach, en la península de Cotentin, en las cercanías de Saint-sur-Mer, se convirtió, al igual que el resto de las playas elegidas para el desembarco de los aliados (Utah, Omaha, Gold, Juno, Sword), en un genuino matadero. Esta en concreto comprendía una zona de unos seis kilómetros de anchura, flanqueada por los pueblos de Vierville, al oeste, y Coleville, al este. La zona de desembarco fue dividida a su vez en cuatro sectores, los cuales recibieron respectivamente los nombres en clave de Fox Green, al oeste, y Easy Green, Dog Red y Dog Green, al este. Lo que se nos muestra en el arranque de esta película se corresponde con el desembarco que los soldados estadounidenses efectuaron en esta última zona.
Como dato anecdótico cabe citar que las imágenes que nos legó el fotógrafo Robert Capa, quien llegó a desembarcar a su vez con la primera oleada de asaltantes, corresponden a Easy Red.
2 comentarios:
Creo que una de las mejores cualidades de esta escena es la banda sonora. De hecho he oido decir a autenticos corresponsales de guerra que el sonido es bastante parecido al del combate real.
Lo desconocía, pero como indiqué en el post en su día, cuando asistí a la proyección en el cine, me sentí inmerso en el encarnizado combate. Como si al igual que los viajeros del tiempo de Terry Gilliam me hubiera sido dado trasladarme hasta el mismísimo Día D.
De hecho la ocasión en la que escribí el post, sólo escuchando el sonido de los vídeos de Youtube, sin contemplar las imágenes, sentí cómo una vez más volvía a envolverme aquella atmósfera plomiza.
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