Una de esas películas que debido a diversas circunstancias ya hace mucho que no visiono, a pesar del buen regusto que en su día me dejó en el paladar, es Los Gritos del Silencio (The killing fields, Roland Joffé, 1984), una película en la se que narran los acontecimientos ocurridos en Camboya a primeros de los setenta y que desembocaron en la toma del poder por parte de los khmeres rojos. Además siempre resulta un placer escuchar el tema principal, compuesto por Mike Oldfield
Los gritos del silencio, B.S.O. a cargo de Mike Oldfield
Sin embargo no cabe hallar en este post intención alguna de hablar acerca de las tribulaciones de aquel periodista y su intérprete en medio del caos camboyano. Por el contrario aquí voy a hablar de alaridos propiamente dichos, y más en concreto de los gritos presentes en en el cine.
En primer lugar, por ser además uno de los más recordados, nos encontramos con el famoso gorgorito de Tarzán. Porque, seamos sinceros, ¿quién de pequeño no intentó emular a Johnnie Weismuller, aunque sólo fuera para constatar la extremada dificultad de tal empresa?
Lo curioso es que en el año 2007 los herederos del autor de las aventuras de Tarzán, Edgar Rice Burroughs, trataron por todos los medios de patentarlo, mas sin demasiado éxito.
Cualquier seguidor de las películas de terror encontraría múltiples ejemplos en los que los protagonistas, mayormente femeninos, dan muestras de sus capacidades vocales, en el más puro estilo de un anuncio de pastillas para paliar las dolencias de garganta.
Sin olvidarse por supuesto de la actriz que durante mucho tiempo gozó de la fama de ser considerada como "esa mujer que grita": Jamie Lee Curtis.
Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978)
Para terminar vamos a referirnos al "Grito Wilhelm", que desde hace un tiempo ha sido objeto de múltiples entradas en gran cantidad de blogs dedicados a temas cinematográficos (el presente uno más). En el siguiente blog encontrarán más información acerca de él.
Para refrescarles la memoria a continuación incluyo un vídeo que no es más que una muestra de los muchos que se hayan disponibles en la red. Sin más disfruten con una sucesión de escenas de películas cuyo denominador común es la presencia de ese famoso grito.
Listo. Para relajar sus oídos después de tanta exhuberancia de capacidades vocales les recomiendo que escuchen un poco de música clásica, o en su defecto que salgan al campo a escuchar los pajarillos. Siempre y cuando no sientan fobia hacia los insectos en cuyo caso les sugeriría que llevaran consigo una grabadora. Quién sabe si no podrían hacerse de oro patentando sus chillidos...
8 comentarios:
¡Oye!
No tenía ni idea de lo del "Grito Wilhelm" ¡Que flipante! y que ridiculo cuando se escuchan todos seguidos, ¡Muy bueno!
Sigue ilustrandonos.....
Abrazón!!!!
Pues yo me lo encontré buceando por Internet hará un par de meses. Desde entonces no han sido dos ni tres los blogs en los que se incluyen referencias a él, algunos de hace unos cuatro años o así.
La idea es compartir: café, experiencias,...
Un saludo cinéfilo, Rumbonín.
Jo, me he emocionado y todo oyendo el grito de Tarzán. Inimitable.
Elphaba, bienvenida a mi cafetín cinéfilo. Espero que Sacha se haya esmerado a la hora de elaborar el café. El hombre siempre está discutiendo pero por lo demás es bastante majo.
Tantas y tantas tardes de sábado ante la televisión antes de salir a jugar con los amigos por las "junglas" de pinos y eucaliptos próximas a mi casa merecían a mi juicio un homenaje oportuno.
Un saludo cinéfilo.
A mi Rita no me los deja ni oir.
Je, que bueno Dexter, tu visionas, yo veo, ¡Ay mi madre!, ¡Así nos va!
Ya ves, Scout, Rita oculta bajo sus felinos movimientos un crítico musical rigurosísimo.
Ver, visionar, mirar, contemplar,...
Un saludín cinéfilo.
Hola,
Mención honoraria para Fay Wray desgañitándose en "King Kong", que debe de ser una de las primeras gritonas del sonoro... a la que Spielberg pretendió rendir homenaje con la pesadita de Willie en "El templo..."
Saludos
Caveat emptorium.
Ambas menciones ya se unen a las del comentario. Pues, la verdad que ni me acordaba de los gritos que profería al despertarse sobre la manaza de la bestia.
Curioso lo del homenaje de Spielberg. Y otro grito a la colección.
Un saludo cinéfilo.
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