"Lo primero que oí cuando aún lloriqueaba en la cuna fue la palabra genio murmurada a mi oído. ¡Por eso no se me ocurrió pensar que no lo era hasta que fui un hombre hecho y derecho!". Orson Welles.
Estampa familiar de Orson Welles junto a su por entonces esposa, Rita Hayworth, y su hija Rebecca
© Time Inc
Rita Hayworth y Orson Welles estuvieron casados sólo durante unos cinco años. Contrajeron matrimonio en el año 1943 y se terminarían divorciando en el año 1948. Rita argumentaría que su decisión estaba motivada porque "es imposible vivir siempre con un genio".
Para el epitafio que debía ser colocado sobre su tumba escogió las siguientes palabras: "Nunca pienso en que alguien se acuerde algún día de mí. Encuentro tan vulgar trabajar para la posteridad como trabajar por dinero".
2 comentarios:
Tenía que ser verdaderamente interesante compartir un poquito de vida con un genio como Orson Welles. Pero solo un poquito, porque a tiempo completo debía ser agónico... Cerebros como el suyo necesitan espacio, y esto no lo dá una compañía constante, más bién lo quita, ante lo cual acaban estallando como una supernova...
Saludos!
Blas.
Sí, ciertas personas resultan harto interesantes durante un ratito pero a la larga acaban quemándose a ellos y a los que les rodean. Seguramente la opción que apuntas, la de mantener un cierto espacio personal para el propio desarrollo sea la mejor forma de evitar que acaben con cuantos les rodean. Así uno puede disfrutar de esos deflagraciones de genialidad cuando se producen, sin tener que pasar por las etapas intermedias...
El ciclo estelar aplicado a los seres humanos..., canibalización de compañeras estelares,...
Sí que se nota el eclecticismo al que hacías referencia en un comentario anterior.
Un saludo cinéfilo.
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